Master Class

Cuando comencé a transformar mis espacios, los de mis amigos y familiares, inicié con la convicción que lo primero que debía hacer era entender lo que ellos sentían. Les preguntaba ¿por qué su elección en la decoración?, ¿el mobiliario?, ¿y los colores?, siempre buscando qué decisiones e historias había detrás de aquellos objetos.

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De niña viví en un hogar que se transformaba en el tiempo, crecí con mis abuelos, mis padres y mis hermanos y por ende la casa solía ser muy visitada, sin embargo, yo tenía mi lugar sagrado, “mi habitación”. Desde esa edad empecé a cuidar mi espacio como mi territorio íntimo. Cada uno de los objetos decían algo de mí, la forma en cómo se encontraba mi cama tendida hablaba de mí, incluso la manera en cómo interactuaba con el espacio tambien lo hacía, recuerdo que no permitía que nadie se sentará en mi cama, tenía una silla dedicada a las “visitas”.

 

De mis abuelas aprendí a cuidar el lugar que habitamos, tan meticulosas, minuciosas y delicadas con todas sus pertenecías. Así fui creciendo en medio del detalle, pero siendo práctica, formando mis bases y mi pasión por los espacios, donde aprendí:

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• La mejor distribución del espacio inicia con los propósitos del ser.

• Cada una de mis pertenencias nacen de una decisión.

• Siempre debo orientar mi mobiliario, mis objetos decorativos y funcionales, pensado en mis necesidades.

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Cuando decidí especializarme en diseño de interiores, fue muchos años después de haber elegido mi primera carrera (Ingeniería Financiera y de Negocios) y maestría (en administración), pero aquel deseo salió en el momento justo, había pasado por un proceso de auto reconocimiento, donde conocí cómo funcionaba la energía en mí, me certifiqué en reiki, hipnoterapia, angeología, hacía terapias para equilibrar los chacras, aprendí de aromaterapia, velomancia, geomancia, feng shui, magia de las plantas y muchas formaciones más que me permitieron ver el diseño y la transformación de espacios como un propósito.

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Después del viaje por mi interior y ver que en mí se encontraba aquella fuerza de acción, me di cuenta que era el momento donde podía ayudar a las personas a reconocerse en su espacio, a transformarlo con el sentido de generar bienestar y mejorar su calidad de vida.